PARED JENA copia

esto es una jena

Nombre:
Lugar: International Singin' Sensation

martes, enero 13, 2009

jena of the day: el mundo


(pie de foto: queverguenza)

Como diría García, no soy dudoso. Comprador del diario amarillista por excelencia desde el número 1, siempre he sido grato fans de Pedro J. (qué quieren, cada uno tiene sus perversiones), especialmente en su etapa cincuentasegundera cuando se le escondía el micrófono rápidamente y protestaba amargamente ante la asesina mirada de Mamen Mendizábal (top 5 davismilesístico).

Y, estoicamente, he aguantado número tras número el tema del GAL con su Amedo, su Domínguez, su Damborenea, su Barrionuevo y su Sr. X Por Consiguiente, el temita de Mariano Rubio, lo del emmano de Alfonso Guerra, lo de filesa (que francamente no me acuerdo de lo que era), la conspiración del 11-M y sus testigos sobornados, los vestiditos iniciales de Ágatha y su imparable expansión hacia la decoración de gomas de borrar y/o cajas de magdalenas, lo de spanair, las ineptitudes de Maleni... como bien dijo la ninia de Catalana Ocsidente, lo he aguantado todo, todo y todo.

Pero, como bien saben, todo tiene un límite. Lean. Indignante, ¿no les parece? Está bien que difames a Rajoy o a Zapatero según te convenga. Que le hagas la vida imposible al pobre Julián Muñoz y, subsidiariamente, a la Pantoja. O, incluso, que te metas con Ramón Calderón, que qué habrá hecho el pobrecito para merecer esto. Pero con el Vis Vaporús no. Hasta aquí hemos llegado.

Personalmente, considero que mi languideciente talento creativo se debe a la ingesta masiva de los vapores eucaliptales de este genial medicamento cuando era pequeño. Dos toses, tres mocos y "nada, nada, esta noche te ponemos Vis Vaporús y te levantas como nuevo". No sé si lo habrán catado (espero y deseo que sí y, si no, aún están a tiempo antes de que este tipo de artículos difamatorios acaben con su presencia en las farmacias más distinguidas), pero ese emplasto que unía nocturnamente tu pecho al skyjama actuaba de una manera singularmente eficaz contra la congestión nasal. Es como si te tomas 250 caramelos de eucaliptus a la vez. Y con efectos secundarios gratísimos. Es ponértelo y querer ir a correr la San Silvestre en pelotas.

De hecho, no sé cómo los competidores de Pfizer no han pensado en algo así como competencia del Viagra. (Nota mental: área test esta noche).

Pedro J., lamentable. Me paso a Público. Bueno, creo que no.

jueves, enero 01, 2009

jena of the day: feliz año



pie de foto: elpionero

Supongo que a todos ustedes les habrán abrasado a mensajes de felicitación navideños en estos gratos días de no menos gratas celebraciones familiares nochebuenísticas y/o nocheviejísticas.

Gracias a Dios, mi natural amargo, mi porte altivo/chulesco/poco amistoso y el hecho cierto de que respondo a un 3,7% de los sms/llamadas telefónicas que recibo, hace que el número de felicitaciones despersonalizadas que recibo vayan decreciendo conforme avanzan los años. Porque este fenómeno felicitacional navideño es de las cosas, junto con la no expulsión de Iván de Gran Hermano 10 y que la gente se ría con Escenas de Matrimonio, que menos entiendo.

En este mundo facebookístico de interconexiones absurdas personales que, lamentablemente, nos toca vivir, parece que si no envías (por lo menos) un sms con gracia navideña a toda tu lista de teléfonos del móvil eres un inadaptado social, un borde y un tristón. Un loser que no es capaz de desear a nadie (ni siquiera a sus seres queridos que, como todo el mundo sabe, son la mayoría de los que forman esta lista de teléfonos) una "feliz noche en compañía de los tuyos" una "buena salida y mejor entrada" (que, francamente, creo que nunca he interpretado correctamente el sentido de esta frase) o un "que el nuevo año te traiga lo mejor".

Quizás todo empezó con el sujeto que ilustra este post que es, ni más ni menos, que el mítico Edu de "Hola, soy Idem, Feliz Navidad", el spot navideño más recordado de la historia de la marca de telefonía menos recordada (les apuesto 50 pavos virtuales a los lectores no publicitarios a que no saben de quién era el susodicho anuncio). Desde el invento de los mensajes celuláricos cualquier cena en estas fechas se convierte en una espectacular competición de a quién le suenan más politonos o, aún más divertido, quién es el que llama primero después de las campanadas. Apasionante como mítin de Rajoy.

El caso es que los sms de buenosdeseos crecen como la espuma. Y d
entro de este grupo de felicitaciones destacan por su jenismo las que te envían gente con la que te llevas mal pero tienen tu teléfono. Este grupo se subdivide en dos:

- Aquellos que no saben quitarte de su lista al enviar el sms y te lo mandan aunque sea más falso que Judas.

- Aquellos que, en un grato sentido navideño de paz y felicidad, te lo mandan con todo su amor aunque cuando se acabe la navidad, seguirán queriendo romperte la cabeza. Como dice mi señora: "menos mensajitos y más portarse bien todo el año contigo". Pues eso.

Y, por supuesto, aunque veamos a alguien por primera vez en el año el 18 de febrero, si no dices "feliz año" acompañado de un "que no nos habíamos visto", pues eres políticamente incorrecto.

Una jena.

Bueno, y feliz año a todos, que no nos habíamos visto.

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