jena of the day: aquarius versión 3
Amigos, se acabó la era de Aquarius. Ahora sí que sí. Esto no lo remontan ni aunque sra. Rushmore grabe un comercial protagonizado por Raphael con su mítica y vaughanística versión del conocido tema musical.
Y les voy a decir porqué no van a vender ni tres frascos de este jarabe: porque me gusta mucho.
Sí, señores. Me gusta mucho. Quizás porque me recuerda ese concepto abuelístico de 'vale, te puedes tomar una cocacola. Pero con un poco de agua, que sino está muy fuerte'. No hace falta ser un licenciado en químicas para observar que si a una cocacola le echas agua: a) las burbujas desaparecen y b) el sabor se diluye... et, voilà!: ya tienen uds. configurao un aquarius versión 3.
Bueno, el caso es que hay unas evidencias empíricas por las que podemos concluir sin temor a equivocarnos que bebida refrescosa que me gusta, bebida que desaparece del lineal en 0,3 seg.
Les hago un histórico: todo empezó hace 3 ó 4 años con la aparición veraniega (de acuerdo, ya me habían advertido que se acababa con el verano pero yo pensé que si la cosa iba bien la dejarían como sabor fijo) de la Fanta Sandía. Por fin una refrescosa a mi medida. Y efectivamente, esa sensación de estar ingiriendo una sandía mezcalda con peta-zetas cautivó mi paladar de tal manera que hice acopio de latas para pasar el crudo invierno hasta llegar al verano. Sólo aguanté hasta semana santa. Y en el verano, la Fanta Sandía, como tantas y tantas novias, no se presentó a la cita.
Después aposté duramente por el Guaraná. Exitazo.
Luego trasladé mi confianza al Mountain Dew que, como no lo proteja Adena, va a ser una especie en extinción en los lineales de aquí a mañana.
Después hice una cata de una propuesta revolucionaria en un segmento que trabajo poco porque, un servidor de uds., todo lo que no tenga un sabor que se pueda reproducir en un chupachups, no es susceptible de ser aprobado por mis papilas gustativas. Estoy hablando de la cerveza.
A los sres. de San Miguel se les ocurrió la genialidad del concepto 0,0 manzana y me he convertido en un grato consumer. Porque además, según me comentó el otro día una persona del departamento de marketing de Mahou/San Miguel, soy público objetivo total del refresco. '¿Qué tal va la de manzana?' 'Bien, bien, le cuesta, pero va entrando' 'Yo soy heavy consumer' 'Bueno, la verdad es que va orientada principalmente a mujeres a las que la cerveza les parece demasiado fuerte.'
El caso es que me gusta, así que ya verán como va desapareciendo progresiva y lentamente de las estanterías de su SuperSol de confianza.
Así que, queridos amigos de los departamentos de I+D de refrescos, yogures y similares: olvídense de complicados y poco definitorios pre-tests, tests y post-tests, que en realidad no sirven de nada. Denme uds. un traguito. Y si ven que no digo 'esto es una jena', no se molesten en sacarlo al mercado. Es tirar la pasta.
Y les voy a decir porqué no van a vender ni tres frascos de este jarabe: porque me gusta mucho.
Sí, señores. Me gusta mucho. Quizás porque me recuerda ese concepto abuelístico de 'vale, te puedes tomar una cocacola. Pero con un poco de agua, que sino está muy fuerte'. No hace falta ser un licenciado en químicas para observar que si a una cocacola le echas agua: a) las burbujas desaparecen y b) el sabor se diluye... et, voilà!: ya tienen uds. configurao un aquarius versión 3.
Bueno, el caso es que hay unas evidencias empíricas por las que podemos concluir sin temor a equivocarnos que bebida refrescosa que me gusta, bebida que desaparece del lineal en 0,3 seg.
Les hago un histórico: todo empezó hace 3 ó 4 años con la aparición veraniega (de acuerdo, ya me habían advertido que se acababa con el verano pero yo pensé que si la cosa iba bien la dejarían como sabor fijo) de la Fanta Sandía. Por fin una refrescosa a mi medida. Y efectivamente, esa sensación de estar ingiriendo una sandía mezcalda con peta-zetas cautivó mi paladar de tal manera que hice acopio de latas para pasar el crudo invierno hasta llegar al verano. Sólo aguanté hasta semana santa. Y en el verano, la Fanta Sandía, como tantas y tantas novias, no se presentó a la cita.
Después aposté duramente por el Guaraná. Exitazo.
Luego trasladé mi confianza al Mountain Dew que, como no lo proteja Adena, va a ser una especie en extinción en los lineales de aquí a mañana.
Después hice una cata de una propuesta revolucionaria en un segmento que trabajo poco porque, un servidor de uds., todo lo que no tenga un sabor que se pueda reproducir en un chupachups, no es susceptible de ser aprobado por mis papilas gustativas. Estoy hablando de la cerveza.
A los sres. de San Miguel se les ocurrió la genialidad del concepto 0,0 manzana y me he convertido en un grato consumer. Porque además, según me comentó el otro día una persona del departamento de marketing de Mahou/San Miguel, soy público objetivo total del refresco. '¿Qué tal va la de manzana?' 'Bien, bien, le cuesta, pero va entrando' 'Yo soy heavy consumer' 'Bueno, la verdad es que va orientada principalmente a mujeres a las que la cerveza les parece demasiado fuerte.'
El caso es que me gusta, así que ya verán como va desapareciendo progresiva y lentamente de las estanterías de su SuperSol de confianza.
Así que, queridos amigos de los departamentos de I+D de refrescos, yogures y similares: olvídense de complicados y poco definitorios pre-tests, tests y post-tests, que en realidad no sirven de nada. Denme uds. un traguito. Y si ven que no digo 'esto es una jena', no se molesten en sacarlo al mercado. Es tirar la pasta.
posted by davismiles | 10:44
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